incl. ref.

El discurso dominante propugna un sistema de educación a la carta, conforme a los deseos y necesidades de cada educando, basado en el ordenador. Sí, internet puede ser eficaz para la democratización del conocimiento, de la creatividad y de la diversidad cultural. Pero el ordenador no lo es todo. Hay experiencias que no se pueden hacer en él. La subordinación de la educación a la tecnología tiene también sus trampas. La velocidad, la competitividad y la rentabilidad financiera se contradicen con la reflexión, la solidaridad y la rentabilidad social. De donde se deduce que la educación electrónica a través del ordenador requiere la ayuda presencial del maestro y la maestra que eduquen en los valores humanistas, en la participación del bien común.